Las lechuzas vuelven a la Puebla de los Infantes: una nueva jornada de anillamiento confirma el éxito del proyecto de conservación
Por José Ignacio Morales
Por segundo año consecutivo, las lechuzas comunes (Tyto alba) han vuelto a criar en la caja nido instalada por Bioterra Andalucía en la finca “El Caballo” de la Puebla de los Infantes. Un regreso que confirma el éxito de esta iniciativa de conservación y seguimiento de aves rapaces nocturnas en la zona.
En esta ocasión, la jornada de anillamiento fue realizada por Alfonso Barragán, anillador experto y miembro de GOSUR, que se desplazó hasta el lugar con el objetivo de marcar a los nuevos ejemplares nacidos esta temporada.
Aunque la visita se realizó casi tres semanas antes que el año pasado, al revisar la caja se constató que algunos de los pollos ya habían completado su desarrollo y habían abandonado el nido. Sin embargo, dos de ellos aún permanecían dentro, en perfecto estado de salud y listos para ser anillados.
La manipulación de los pollos fue mínima para evitar causarles estrés. Tras colocarles las anillas identificativas, se tomaron algunas fotografías y rápidamente fueron devueltos a la caja, donde permanecerán unos días más antes de alzar el vuelo y acompañar a sus hermanos mayores.
Además del anillamiento, la visita sirvió para evaluar el estado de las dos charcas artificiales que los propietarios de la finca han creado con el asesoramiento de Bioterra. En ellas ya se observa vida: ejemplares de rana común (Pelophylax perezi) y otros organismos acuáticos colonizan este nuevo hábitat, una prueba más de que pequeñas acciones pueden tener un gran impacto en la biodiversidad local.
El recorrido por la finca también permitió disfrutar de la vegetación, notablemente más abundante y diversa este año gracias a las generosas lluvias primaverales. Incluso hubo tiempo para recolectar algunos espárragos silvestres, una recompensa natural que habla de la buena salud ecológica del entorno.
Desde Bioterra Andalucía siguen apostando por estas acciones de seguimiento y conservación, convencidos de que el compromiso con la naturaleza es clave para preservar nuestros ecosistemas. Iniciativas como esta demuestran que con voluntad, colaboración y constancia, es posible favorecer el retorno de especies emblemáticas como la lechuza común a nuestros paisajes rurales.
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